Son marcas de automóviles rusos. Los automóviles rusos tienen algo especial que los diferencia de los demás y que hace que, nada más verlo, pieneses "este es de aquí".
Y no es que los motores rujan en cirílico ni que huelan a Vodka, es más bien un compendio de sutiles detalles.
Por lo pronto -aunque esto no se aprecie a simple vista- la polaridad de las baterías es inversa a la del resto del mundo. Tras mucho pensar en ello he llegado a la conclusión de que esto se debe a la política. Supongo que en tiempos soviéticos no gustaba nada eso de que el positivo estuviera a la derecha y Stalin, que era muy suyo para estas cosas, mandó poner el positivo a la izquierda.
Pero lo que delata a un coche ruso es la sensación de que la industria del diseño automovilístico de este país sigue la máxima de "que ande y que no cueste más de cien rublos fabricarlo"
Bajo esta premisa han conseguido coches clásicos, modernos, enormes y pequeños... para que luego digan que los rusos no son ingeniosos.
El Volga, por ejemplo, es un coche grande. A primera vista parece una imitación de un Mercedes, pero cuando te fijas un poco aprecias las pequeñas diferencias. Las suspensiones traseras son de ballesta, como las de los viejos Barreiros españoles (y los ilustres Seat Panda) y los frenos, por supuesto, de tambor... bueno, dado su generoso tamaño, acorde con el peso del tanque, sería más apropiado llamarlos de bombo.
El Lada es a Rusia lo que el Citröen a España, el coche de tuning pobre por excelencia. La mitad de los Lada de este país son los clásicos Fiat (para nosotros SEAT) 124, grabados a fuego en la memoria de los treintañeros, cuarentones y demás interesantes adultos de nuestro país.
Es muy curioso ver que un caballero pulsa un botón de una llave y el 124 que está a tu lado le responde "¡pipí!"... ni las muñecas de Famosa ¡oye!. Y más simpático aún es verlos con equipos de música de tropecientos watios, superllantas de aleación, navegadores y lo último de la estética del tuning alemán, color negro mate incluído. Hay algunos preciosos y otros... bueno, como en España.
Ambas marcas son las preferidas por los taxistas y, dado que aquí los taxis son colectivos, tal vez compense ceder el sitio en la cola de la parada al tipo que tienes detrás para que se suba al Lada y esperar tú por el Volga que lo sigue... porque cinco adultos en un 124 llega a ser algo claustofóbico, una vez soñé que era una sardina y deseaba que abrieran la lata y se comieran a la de al lado. Yo aún no he aprendido a sacar la cartera del bolsillo para pagar sin pegarle con el codo en el ojo al de al lado, pero os juro que se puede hacer, porque el de al lado, tras fulminarme con la mirada, lo hace elegantemente demostrándome lo atrasados que somos los españoles en esto de movernos.
Si tio, el tuning es lo peor, esos carros rojos con alerones y faldones ahi, que lo flipas y las fundas en negro y rojo... Aqui hay uno que ya ni me acuerdo cuanto tiempo lleva parado... un dia le vamos a dar el palo y nos vamos a ir a hacer unos trompos con el Kadet al Poli, tio, le vamos a tatuar unos bollos en la chapa, por flipao. XD
ResponderEliminar¡¡Vaya!! defendiendo el negocio familiar por lo que veo, entiendo que le estorbe a tu suegro cuando pasa con la furgalla, pero no esperaba esto de ti, ¡¡mal amigo!! ¡¡traidor!!
ResponderEliminarNo hombre, he defendido la situacion, sobre todo por proteger la comunidad de roedores que te estara agradecida, han creado un bloque de viviendas dentro del motor, con tu nombre...
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