lunes, 10 de agosto de 2009

Ya he hecho amigos

Debo despertar la curoisidad de la gente de Elektrougli, porque la gente se acerca a mí y me habla, y da igual que les conteste el famoso "ya nié gavorú parruski" (yo no hablo ruso) que ellos siguen con su charla como si nada.
El primero fue un capitán del ejército ruso que me abordó en la puerta de una tienda y me hablaba y me hablaba y me hablaba... finalmente me extendió la mano y yo se la apreté y el me devolvió el apretón muy cordialmente. Luego me enteré por Masha que había servido en turmenistán (tal vez me confundiera con un nativo de esas tierras hmmm), que me estaba pidiendo cinco rublos y que iba ya por la tercera botella de vodka... debería aprender ruso pronto.
La segunda fue una ancianita que se sentó a mi lado en un banco y más de lo mismo, hablaba y hablaba y hablaba... le intenté decir que yo no hablo ruso pero ella debió de pensar que con que la escuchara era suficiente, porque siguió inmisericorde... yo no sabía muy bien que hacer pues no contestar parecía de mala educación así que desvié la mirada hacia el paisaje y, de reojo intentaba observar su reacción, pero ella no me quitaba ojo de encima y si movía la cara hacia ella volvía a hablar y a hablar y a hablar... tal vez no deba aprender ruso.
El tercero y el cuarto fueron un par de niños de unos seis años, uno llevaba una bici enorme, incluso para mí y se montó en ella gracias a una valla a la que se pudo subir, se puso uno a cada lado y empezaron a hablarme... más de lo mismo, "que yo no hablo ruso", estos eran más listos, uno se cayó de la bici y yo le ayudé a montar de nuevo, y el otro empezó a interrogarme sobre mi procedencia (no me digais cómo lo adiviné porque ni yo mismo lo sé), cuando le dije "spanish" contestó "ahhhh! spanski!" y otra vez la retaila de frases de las que yo no entendía ni mú, pero el crío se sentía envalentonado, tal vez porque le supe contestar mi origen y así siguió hasta que nuestros caminos se separaron... tal vez ya sé hablar ruso.
En resumen, los "Elektrouglieños" son muy curiosos.
En el báltico tenía muchísimo éxito con las rubias, todas me sonreían y me echaban miraditas, lamentablemente eran demasiado jóvenes, pues la mayor de mis pretendientes debía tener tres añitos... pero quedó empiricamente demostrado que los españoles triunfan en Rusia.

2 comentarios:

  1. Un capitan, una anciana, dos niños... ¿para cuando el yonki, la fulana y el cura? queremos mas. Saludos

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  2. Ya he hecho otro amigo, el desconfiado policía, para más datos sigue leyendo. Otros saludos

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