jueves, 10 de diciembre de 2009

Ya no soy caucásico

Ahora soy turco, según la cajera de la tienda en la que compré el sábado. Me estaba preguntando si un producto era mío, para cobrarlo, y yo no le contestaba porque estaba esperando a Masha que tiene la costumbre de desaparecer a buscar más cosas en la tienda y dejarme sólo en la cola de pagar... y ese día se retrasó y me llegó el turno. La cajera empezo a preguntar repetidamente si algo era mío, y yo ni caso, intentaba ganar tiempo porque era muchísimo más difícil explicar que aún vendría Masha con más cosas. Tanto se desesperó la cajera que Masha la oyó gritar desde la otra punta de la tienda y vino al rescate. La cajera ya estaba convencida de que yo era turco ¿serán sordos los turcos?
Parece ser que los turcos construyen muy bien y últimamente hay un montón trabajando en Moscú, desde ingenieros y arquitectos, hasta peones... ¿cuál seré yo?

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